-Es la india dormida,es una leyenda preciosa.
-Te la sabes?
-Si
-CUENTANOS.
-Aqui la tienes:
Me la contaba mi abuela de pequeña.
Cuenta la leyenda que en Yucayo, el poblado indígena que fue cuna de la ciudad de Matanzas, vivía una mujer de extraordinaria belleza llamada Baiguana. A su paso enloquecía a los hombres, quienes abandonaban la caza, la pesca y los sembrados y corrían tras siquiera una sonrisa. Baiguana fue obligada residir muy lejos de la aldea, muy lejos de la costa. Pero la distancia no era obstáculo para sus admiradores, quienes partían en su busca.
Al cacique Maguaní le preocupaba esta situación, ya que todas las actividades masculinas eran imprescindibles para el sostenimiento de la pequeña aldea. Decidió entonces dirigirse al río Canimao y desde allí hablar con su dios, Bagua, para rogarle ayuda y solución.
Días más tarde el cacique llevó de regalo a Baiguana un pescado mágico, capturado con la ayuda del dios aborigen. La joven lo comió, y se tendió a dormir entre flores silvestres que rodeaban el entorno. Nunca más despertó. El llano en el que la india reposaba se transformó en montaña, en una elevación que conserva la figura de una mujer dormida, y que más tarde fue nombrada el Pan de Matanzas. La mujer de fuego se transformó así en mujer de piedra, y junto a la bahía constituye uno de los más singulares y conocidos atributos de la ciudad.
Yo nací en Matanzas y mi madre nos llevo para la Habana de niños y cada vez que ibamos a Matanzas a llevar a mi abuela, ella no las contaba.
- ES UNA BELLA HISTORIA DE NUESTRA CULTURA. GRACIAS!
-Es una historia muy linda y de nuestra cultura, a mi me trae muy bellos recuerdo, ya que mi abuela lo era todo para mi y recuerdo que siempre me la contaba, muchas gracias a ti por esas fotos tan lindas de nuestra tierra querida, saludos.
-Te la sabes?
-Si
-CUENTANOS.
-Aqui la tienes:
Me la contaba mi abuela de pequeña.
Cuenta la leyenda que en Yucayo, el poblado indígena que fue cuna de la ciudad de Matanzas, vivía una mujer de extraordinaria belleza llamada Baiguana. A su paso enloquecía a los hombres, quienes abandonaban la caza, la pesca y los sembrados y corrían tras siquiera una sonrisa. Baiguana fue obligada residir muy lejos de la aldea, muy lejos de la costa. Pero la distancia no era obstáculo para sus admiradores, quienes partían en su busca.
Al cacique Maguaní le preocupaba esta situación, ya que todas las actividades masculinas eran imprescindibles para el sostenimiento de la pequeña aldea. Decidió entonces dirigirse al río Canimao y desde allí hablar con su dios, Bagua, para rogarle ayuda y solución.
Días más tarde el cacique llevó de regalo a Baiguana un pescado mágico, capturado con la ayuda del dios aborigen. La joven lo comió, y se tendió a dormir entre flores silvestres que rodeaban el entorno. Nunca más despertó. El llano en el que la india reposaba se transformó en montaña, en una elevación que conserva la figura de una mujer dormida, y que más tarde fue nombrada el Pan de Matanzas. La mujer de fuego se transformó así en mujer de piedra, y junto a la bahía constituye uno de los más singulares y conocidos atributos de la ciudad.
Yo nací en Matanzas y mi madre nos llevo para la Habana de niños y cada vez que ibamos a Matanzas a llevar a mi abuela, ella no las contaba.
- ES UNA BELLA HISTORIA DE NUESTRA CULTURA. GRACIAS!
-Es una historia muy linda y de nuestra cultura, a mi me trae muy bellos recuerdo, ya que mi abuela lo era todo para mi y recuerdo que siempre me la contaba, muchas gracias a ti por esas fotos tan lindas de nuestra tierra querida, saludos.